viernes, 12 de noviembre de 2010

Párate! 10 maneras de motivarte cuando te estás cayendo.


Incluso el más motivado de todos a veces puede sentirse desmotivado pero con algunos pasos, se puede empezar en el camino hacia un cambio positivo. Todos hemos tenido tropiezos y muchas veces pensamos que nos estamos cayendo pero no tiene porque ser así, párate!.
A veces no tienes ganas de hacer nada. He estado allí, y de hecho todavía me siento así de vez en cuando. No estás solo. Pero he aprendido algunas maneras de superarlo y te las voy a enseñar.
1. Crea una Meta. Siempre que he pasado por un bache (no sabía cómo llamarlo y se me ocurrió bache) o que siento que me estoy cayendo, he descubierto que a menudo es porque tengo demasiadas cosas en mi vida. Estoy tratando de hacer demasiado. Para hacer muchas cosas se necesita energía y motivación. Es probablemente el error más común que la gente hace: tratan de abarcar mucho, tratan de alcanzar muchos objetivos a la vez. No se puede mantener la energía y el enfoque (las dos cosas más importantes en el logro de un objetivo) si se está tratando de hacer dos metas al mismo tiempo. No es posible(o muy difícil) lo he intentado muchas veces. Tienes que elegir un objetivo, por ahora, y centrarte en el.
2. Encuentra la inspiración. Inspiración, para mí en muchos casos, viene de otros que han logrado lo que quiero lograr, o que están actualmente lográndolo. Puedes leer otros blogs, libros, revistas, leer historias de éxito. El Mundo del Éxito es un lugar para encontrar inspiración, no sólo de mí sino de muchos lectores que han logrado cosas asombrosas.
3. Emociónate. Esto suena obvio, pero la mayoría de la gente no piensa mucho en ello: si quieres salir de una depresión, se consigue entusiasmándote por una meta. ¿Pero cómo puedes hacer eso cuando no te sientes motivado? Bueno, empieza con la inspiración de los demás (ver arriba). Hay que considerar la emoción y construir sobre ella. Visualizar lo que sería tener el éxito ya (ver los beneficios de la meta en tu mente). Una vez que lo has hecho, sólo tienes que alcanzar ese rumbo de energía y mantenerla en funcionamiento.
4. Publica tu objetivo. Imprime tu meta en grandes palabras. Haz tu meta sólo unas pocas palabras de largo, como un mantra, y después pégalo en tu pared o el refrigerador. Ponlo en la casa y el trabajo. Colócalo en tu escritorio. Tú quieres recordarte de tu meta a menudo, para mantener tu enfoque y tu entusiasmo. Una foto de tu objetivo (como una modelo sexy con abdominales, por ejemplo) también ayuda. Piensa en ello todos los días. Si tú piensas acerca de tu meta todos los días, es mucho más probable que sea una realidad. Para ello, la publicación de la meta en la pared o de sobremesa (como se mencionó anteriormente) ayuda mucho.
5. Comprométete públicamente. A nadie le gusta quedar mal delante de los demás. Todas las personas van a ir la milla extra para hacer algo que han dicho públicamente. Coméntaselo a tus amigos, familiares y compañeros de trabajo. Busca apoyo de ellos también. Es difícil lograr algo solo.
6. Aférrate a la meta. Hagas lo que hagas, no te rindas. Incluso si tu no sientes ninguna motivación hoy, o esta semana, no te des por vencido. La motivación volverá. Piensa en tu meta como un largo viaje, y tu caída es sólo un pequeño bulto en el camino. Párate.
7. Comienza con algo pequeño. Realmente pequeño. Si está teniendo dificultades para iniciar la actividad, puede ser porque estás pensando en algo demasiado grande. Si quieres hacer ejercicios, por ejemplo, puedes pensar que tienes que hacer estos ejercicios intensos cinco días a la semana. No – en su lugar, haz pequeños, diminutos, pasos de bebé. Solo hacer 2 minutos de ejercicio. Yo sé, que suena ridículo. Pero funciona. Comprometerse a 2 minutos de ejercicio por una semana es muy fácil. Es posible que desees hacer más, pero sólo adhiérete a 2 minutos por ahora. Es muy fácil, no puedes fallar. Hazlo, al mismo tiempo, todos los días. Sólo un poco de abdominales, flexiones, y algo de trote. Una vez que has hecho 2 minutos al día durante una semana, aumenta a 5, en un mes, haces 15-20. ¿Quieres madrugar? No pienses en despertarte a las 5 am. En cambio, piensa en despertarte 10 minutos antes por una semana. Eso es todo. Poco a poco pero avanzando progresivamente.
8. Aprovecha los pequeños éxitos. Una vez más, si comienzas con pequeños pasos durante una semana, vas a tener éxito. No se puede fallar si se empiezas con algo ridículamente fácil. ¿Quién no puede hacer ejercicios durante 2 minutos? (Si usted es uno, me disculpo.) Te sentirás exitoso y bien contigo mismo. Toma esa sensación de éxito y comienza a construir sobre ella, con otro pequeño paso. Añadir 2-3 minutos a su rutina de ejercicios, por ejemplo. Con cada paso (y cada paso debe durar alrededor de una semana), se sentirá aún más éxito. Haz que cada paso sea exitoso, realmente pequeño, y no fallará. Después de un par de meses, tus pequeños pasos se suman a un gran progreso y un gran éxito.
9. Piensa en los beneficios, no en las dificultades. Un problema común es que pensamos en lo difícil que algo es. El Ejercicio suena tan duro! Sólo de pensarlo cansa. Pero en lugar de pensar en lo difícil que es algo, piensa en lo que vas a lograr. Por ejemplo, en vez de pensar acerca de cómo el ejercicio puede ser agotador, céntrate en lo bien que te sentirás cuando lo haces, y cómo vas a ser más saludable y más delgado en el largo plazo.
10. Agarra a los pensamientos negativos y sustitúyelos por otros positivos. En este sentido, es importante iniciar la supervisión de tus pensamientos. Reconocer el diálogo interno negativo, que es realmente lo que está causando tu caída. Trata de tener conocimiento de todo pensamiento negativo. Entonces, después de unos días, trata de aplastar esos pensamientos negativos como un insecto, y luego sustitúyelos por un pensamiento positivo correspondiente. “Esto es demasiado duro!” Y sustituirlo por: “Puedo hacer esto! Si ese hombre lo pudo hacer, yo también puedo! “Puede sonar cursi, pero funciona. En serio.

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